sábado, 30 de julio de 2011

Ethics


Ser fiel a tus principios no siempre es la opción más lucrativa pero, sin duda, lo más sano para tu cabeza al final del día. Intentar no bajarse del burro en una industria como la que mueve nuestra pasión resulta difícil cuando en la mayoría de ocasiones el contratante tan sólo quiere exprimir tu imagen hasta que dejes de ser rentable. El último episodio de Oyola lleva un par de días en la red y ver como, después de los infinitos palos, el tío más currante del negocio sigue ilusionado casi a los cuarenta tacos me provoca una mezcla de inspiración y miedo: ¿acaso nunca descansaremos de esta obsesión?



Sin más. Fin de la retransmisión.

GoShred! roots.

3 comentarios:

ktc dijo...

feel...

Potéznido dijo...

La frase final deja abierta la eterna duda de si la obsesión por el skate siempre acaba en arrepentimiento...Pero, ¿cómo puedes arrepentirte de ser Ricky Oyola? Poderoso caballero es don dinero, pero no tanto, o eso espero.

SERGIO dijo...

ya te digo!