La primera vez que bajé de Los Cerros para ir a un festival de música el motivo estaba claro: Slayer. Eran años de acné en los que a falta de pelo en pecho y un timbre más agudo escuchar metal pesado era lo único que me hacía duro. Recuerdo como mi cuerpo de quinceañero (atiborrado de más cerveza de la recomendable para un niñato todavía en crecimiento) no dejaba de retorcerse, alocado, al ritmo del doble bombo de Dave Lombardo mientras que aguantaba como podía los empujones, codajos y pinchazos de pulsera del resto de supuestos tipos duros.
Con la velocidad del hardcore más tradicional y más oscuros que la mierda del abismo Slayer siguen proporcionándome efectos simpaticomiméticos imprescindibles para patinar a última hora del día. ¡Mucho Kevin Lowry!
Sin más. Fin de la retransmisión.
GoShred! show no mercy.
lunes, 26 de octubre de 2009
Simpaticomiméticos
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3 comentarios:
amén
el único simpaticomimético que conozco es el puto patín!!!
colega esta es la pura mierda, me acabas de hacer feliz durante 1:20 minutos
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